lunes, 31 de octubre de 2011

El futuro del periodismo

Renovarse o morir, dicen algunos. Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, dicen otros. Estas dos maneras de asimilar los cambios no cesan en su continua confrontación. Es obvio que los avances científicos y tecnológicos que han vivido los medios de comunicación son espectaculares, y que la velocidad a la que hoy en día conocemos las noticias puede resultar, incluso, mareante. Por lo tanto, hay quien piensa que el periodismo está tocando fondo, frente a los optimistas que opinan que el cambio que se está produciendo es necesario y que ayudará a que crezca una nueva era en el ámbito informativo.
Que somos tecnológica y científicamente dependientes es un hecho innegable. Los nuevos aparatos electrónicos y su multitud de aplicaciones nos hacen la vida más sencilla, pero en ocasiones, también nos crean una necesidad que antes no teníamos. Nos hemos convertido en seres insaciables de información, nuestra curiosidad innata ligada a las posibilidades que hoy nos brindan avances como internet hacen que seamos más caprichosos y no nos conformemos con lo que teníamos hasta ahora.
El periodismo siempre ha revolucionado el mundo, con la aparición de los primeros periódicos la gente podía conocer la actualidad de un modo que nunca antes habían imaginado. Pero para que esto sucediera fue necesaria la imprenta. ¿Qué quiere decir esto? Personalmente veo obvio que toda novedad significativa en este mundo informativo conlleva a su vez un cambio técnico. El periódico ha sobrevivido a innovaciones tan importantes como el nacimiento de la radio, las revistas especializadas, el telégrafo, la televisión y otros medios que en su día pudieron parecer una amenaza para él, ¿por qué no iba a poder también con internet? Yo, al igual que Anthony Smith en su artículo "El periódico que viene", soy optimista en este ámbito, y pienso que, si no puedes con el enemigo, debes unirte a él. Este académico intenta explicar el por qué de los cambios que se están produciendo, defendiendo que van ligados a las necesidades que tienen los lectores, y que los periódicos digitales y demás innovaciones no suponen el fin del periodismo, argumentando que los periodistas tienen que adaptarse a los nuevos medios. Esto supone que un cambio puede ser positivo, que internet puede ser una herramienta más actual para la comunicación, y puede servir de nueva plataforma para la información. Es decir, que las tecnologías de hoy en día no tienen por qué estar reñidas con el periodismo, sino que se deben ayudar.
Nobe Correira hace mayor referencia a esto que Smith defendía, pero profundiza en la manera de la que hay que adaptarse. Este artículo, aunque largo y denso, me parece interesante por la forma que tiene de proponer los cambios, y comparto su opinión. Como ya he dicho antes, nos hemos mal acostumbrado a tener la información al instante, internet ofrece un abanico inmenso de recursos, en todos los aspectos. En cuanto a la comunicación, tenemos periódicos digitales, versiones que ya todo periódico que se precie posee, blogs, buscadores, y cantidad de redes sociales que nos transmiten todas las novedades a una velocidad vertiginosa. Por ejemplo, a través de twitter es posible conocer noticias minutos después de que sucedan. Esto significa que es necesario que los medios tradicionales se adapten a las nuevas versiones, como dice Correira en su artículo “La Europa de los medios frente a la crisis”. También toca el tema de la publicidad, que, según él, es la causa de que muchos medios gratuitos estén en crisis o incluso hayan desaparecido.
Cossete Castro en su artículo "Industrias de contenidos y medios digitales" habla de la creación de centros para producción de medios digitales, que trate el tema de las TIC's y de sus grandes posibilidades, que no solamente deben verse como algo negativo. Explica que los nuevos medios digitales, con plataformas y soportes como smartphones, tablets, netbooks, etc. proporcionan más negocios, oficios y habilidades, e incluso pueden contribuir a la participación social.
Realmente los tres artículos tratan un mismo tema aunque enfocado a áreas distintas, y, en resumen, parece obvio que los medios de comunicación tradicionales están sufriendo una evolución muy significativa, y sobrevivirán únicamente los que sean capaces de asumirla y utilizarla en su favor. 
La gente no rechaza el periodismo, todo lo contrario, su ansia de saber sigue igual de viva que siempre, únicamente somos más cómodos, por lo que la prensa tradicional, como la escrita, parece la más afectada, puesto que implica un desplazamiento y pérdida de tiempo en ir al quiosco a adquirirla, algo que ya no necesitamos, pues tenemos otras vías de conocimiento.
Después de leer estos tres artículos y reflexionar sobre un tema que está tan a la orden del día, parece obvio que el periódico convencional tiene los días contados. Sin embargo, personalmente veo que estamos ante una encrucijada bastante importante. Son ciertas, como ya he comentado, las comodidades que suponen todas las novedades, sobre todo para nosotros, los jóvenes, que somos los que más hemos vivido este cambio y lo vemos como algo rutinario. Sin embargo, siempre quedarán románticos a los que les de pena la desaparición de la prensa en papel.
Resumiendo, creo que internet y todo lo que conlleva pueden impulsar a las empresas informativas hacia una nueva era, más veloz y actualizada, y no pienso que sea competencia para el periodismo, sino una herramienta que le puede ayudar.

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