viernes, 2 de diciembre de 2011

El dinero por encima de los valores morales.

Puede que a muchas personas lo de la crisis mundial les suene grande, lejana, algo fuera de nuestro alcance o de nuestra comprensión, a mi antes me pasaba, pero os aseguro que después de ver INSIDE JOB, la perspectiva cambia radicalmente.

Este documental de Charles Ferguson, que incluso ha recibido un Óscar, trata de contarnos los orígenes y el desarrollo de la crisis financiera de 2008.
Quizás la pega que le pongo a este filme es que profundiza mucho en el tema, y para la gente que no entienda mucho de economía es algo denso y complicado.
 
Oímos la palabra crisis todos los días, en los telediarios, periódicos, nos lo dicen los profesores, nuestros padres…pero, ¿sabemos de verdad en qué consiste? ¿Creéis que sabéis de verdad por qué comenzó esta terrible crisis? Es imposible saber todos y cada uno de los motivos, pues esto no es cosa de un momento y una acción determinada, pero “Inside Job” nos ayuda a entenderlo un poco más.

El documental comienza contándonos lo que pasó en Islandia, un sitio relativamente "utópico", o al menos así lo describen sus habitantes, hasta que el estado decidió privatizar ciertos bancos. Esto supuso un cambio terrible para una sociedad que estaba acostumbrada a que prácticamente todos sus servicios fueran públicos. Esto sucedió por lo de siempre, el dinero, de esta manera se lucran unos pocos a costa de muchos.

Algo parecido comienza a suceder en Estados Unidos, uno de los países más afectados por esta crisis financiera, pues tiene parte de su origen en Wall Street, donde se sitúan los gigantes económicos más importantes. Si se sabe por dónde van los tiros, ¿por qué no se hace justicia? ¿por qué no culpan a la gente que, mediante ilegalidades y acciones que no debían realizar, llevaron poco a poco a la quiebra? Esto es tan fácil como decir que los culpables son los poderosos.

Algo que me ha llamado mucho la atención del documental es lo bien que explica la manera que tienen los "peces gordos" de encubrirse. 
Por ejemplo, para mí, es un error la ley que permite la especulación del banco con nuestro dinero, pues éste asume riesgos, y si le salen mal las cosas, el que pierde es el que ha depositado el dinero en el banco. Si se declara en bancarrota o dice que no puede devolver el dinero, no podemos hacer nada, y está claro que igual que hay posibilidades de que las cosas vayan bien, también pueden ir mal. Hemos visto que esto pasaba en varios bancos importantes, se declaraban insolventes y quebraban, perjudicándose no sólo ellos mismos, sino también a sus clientes.

Otro caso es el de el dinero ficticio, los bancos tienen una reserva de dinero, tangible, real, pero también dinero que teóricamente poseen pero que no siempre tienen a su disposición materialmente. Y, hace relativamente poco, cambió la ley que regulaba los porcentajes mínimos de dinero material que debía tener un banco. Esto supuso que los bancos podían jugar más con el dinero, y podían arriesgar en mayor medida.

Se dice que la avaricia rompe el saco, y esto es lo que les ha pasado a muchos bancos y aseguradoras del mundo. Lo normal es que si tienes una empresa, la asegures una vez, pero lo que sucedió es que permitieron que se aseguraran varias veces, pues así se pagaba más. Esto es una solución a corto plazo, es dinero fácil al instante. Simplificando las cosas, tienes una casa y la aseguras a tu nombre y al de tu marido, pagando el doble…pero, ¿qué pasa? Que si tu casa se quema, tienen que pagarte dos veces el seguro.  Esto, a gran escala, supone que, si tu empresa tiene algún problema, las empresas aseguradoras deben pagarte dos veces. El problema era que los bancos y las aseguradoras no veían este riesgo…y aquí es donde entran las agencias de calificación.  Estas agencias se dedican a examinar las empresas y a dictaminar si las ven de confianza o no, las dan una puntuación. Si creen que una empresa es sólida, firme, segura, que tiene confianza, le dan la máxima puntuación, AAA+. Esto lo que hace es etiquetarla de segura, así que parece que no hay riesgo. Y digo parece, porque el problema es que los bancos pagan a estas empresas de calificación para que engañen, para que no haya miedo. Un negocio puede estar al borde de la quiebra, pero van a seguir negándolo, todo por dinero.
Y esto fue lo que hizo que la crisis llegara tan extremamente al sector inmobiliario, cualquiera podía conseguir un crédito, porque, al haber más intermediarios, las responsabilidades se distribuían. Concedían préstamos a gente que no podía devolverlos, pero, aun sabiendo que esto suponía riesgos a largo plazo, era una solución inmediata.
 
La corrupción de los altos cargos es increíble, prostitución, coches de lujo, engaños, sobornos…es increíble. Esto es lo que más me ha llamado la atención del documental, la falta de moral de esta gente.
Como ya he dicho antes, es imposible pillar a todos los culpables de estas acciones, porque tienen las espaldas cubiertas, y seguirá siendo así mientras el dinero sea lo que mueva el mundo.
Si tú vas a denunciar que te han hecho perder 20.000 dólares, y te encuentras con que te dan 2 millones por callarte, es tentador, ¿no creéis? Es un círculo infinito difícil de romper. 
Es fácil criticarlo, y decir que tienes los ideales muy claros y que jamás entrarías en ese mundo, pero es mucho más difícil cuando te ponen un fajo de billetes en la mesa.
Es inmoral y da mucha rabia que haya gente así en el mundo, pero tenemos que asumir que vivimos en una sociedad en la hay prioridades que, por desgracia, a veces dan asco. Y, por mucho que yo esté en contra de todo esto, debemos saber que hoy por hoy, el dinero es lo que mueve el mundo, y dudo que esto cambie de un día para otro.